La Historia de la Miel Fermentada - Como nunca antes fue contada
El hombre primitivo consumía de inmediato lo que colectaba y cazaba. Sus únicas herramientas eran las piedras, la madera y los huesos de sus presas. Era nómada y, como consecuencia de ello, dejaban abandonadas sus herramientas a lo largo de toda la ruta de su peregrinar. |
Eventualmente a alguien se le ocurrió la genial idea de fabricar un bolso de cuero con el fin de poder acarrear sus armas con comodidad y, fue así que, a partir de ese momento, sus utensilios estuvieron siempre disponibles justo en el momento en que se presentara la oportunidad de cazar. |
Para superar ese obstáculo empezaron a confeccionar, a partir de los estómagos de sus víctimas, una suerte de cantimploras con la que podían llevar consigo algo de agua. La vida sedentaria facilita el apareamiento, lo cual provocó el aumento de la población y, con ello, la necesidad de producir y almacenar sus alimentos. |
La evidencia arqueológica indica que el primer alimento que el ser humano logró almacenar exitosamente fue la miel de abeja.
¿Por qué la miel?, bueno, porque no se descompone, bueno, no siempre. Con el almacenaje exitoso de miel, sólo era cuestión de tiempo para que la humanidad incursionara en el mundo de las bebidas fermentadas. La vida sedentaria y la capacidad de almacenar miel, dieron paso a la elaboración de bebidas a base de frutas, las cuales eran endulzadas con miel. |
Los excedentes de estos brebajes eran almacenados en vasijas de barro, pero ocurría que, si estos jugos no se consumían en el transcurso de una semana, pues inevitablemente terminaban fermentándose y fue así como nacieron las bebidas de miel fermentadas.
Los rastros químicos encontrados en las vasijas de 9 mil años de antigüedad en Jiahu, Henan, China, son la evidencia arqueológica de tales eventos. Sin embargo, estas bebidas fueron resultado de un acontecimiento totalmente accidental. |
Pero esto cambió en el transcurso de los próximos 2 mil años cuando, de manera deliberada, los hombres fermentaron jugo de uva que había sido endulzado con miel.
La evidencia arqueológica, de la transición de una fermentación accidental a una deliberada, la encontramos en El Viejo Testamento. Según El Viejo Testamento, Noé, antes de empezar la construcción de su Arca, se dedicaba al cultivo de uvas, después del diluvio, nuevamente sembró su vid y elaboró jugo de uvas y se embriagó. |
A lo largo de los miles de años, en la franja de tierra que rodea al Mar Mediterráneo, prosperó la apicultura y los cultivos de cereales y uvas. Los egipcios llamaban a la miel “Las Lágrimas de Ra” y era un componente obligatorio en la elaboración de las bebidas fermentadas.
Pero poco a poco fueron identificando los ingredientes que provocaban la embriaguez y la receta se fue simplificando – uva y/o miel – y es así que en la Grecia Antigua ya se identifican 3 tipos de bebidas fermentadas:
- El Eno – Elaborado exclusivamente con uvas.
- El Enomelis – Elaborado con uvas y miel. Era una infusión de vino, miel y anís que se consumía caliente.
- El Melikraton – Elaborado exclusivamente con miel.
En la Antigua Roma eran el Vinum y el Mulsum.
El Mulsum era una bebida que se obtenía al agregarle cierta cantidad de miel al vino. La idea era no sólo endulzarlo, sino que, además, fortificarlo gracias a un segundo proceso de fermentación que sufría la miel. Como nota curiosa, el Mulsum era la bebida preferida de Julio César.
La historia se escribiría de manera diferente en la franja de tierra que va desde las Islas Británicas hasta Escandinavia.
En esta región, la uva no prospera, ya que no logra sobrevivir las heladas del invierno boreal. Es por eso que las gentes de esas regiones continuaron usando cereales y miel para producir sus bebidas fermentadas. Desgraciadamente, los pobladores de esas latitudes desarrollaron la escritura de manera tardía y no dejaron evidencias arqueológicas como las de Oriente Medio.
Las poblaciones, con mayor influencia del Imperio Romano, desarrollaron la Medovina, el vino de miel propiamente dicho, los germanos, la cerveza a base de cebada malteada, los vikingos, el Mjod, una mezcla de miel y cereales no necesariamente malteados.
De tal manera que en la Edad Media, en Europa se consumían 4 tipos de bebidas fermentadas: la Cerveza de cebada malteada, el Mead, una variante británica del Mjod vikingo, el Vino y, finalmente, la Medovina.
Pero todo eso iba a cambiar en 1492.
Famosa es la cerveza los monjes trapense belgas, el vino espumante de los benedictinos de Champagne, el mead con que el legendario frair Tuck alegraba la áspera vida de los Merry Men de Robin Hood en el bosque de Sherwood.
************************************************************
Capítulo IV.- La Historia de la Miel Fermentada
Noé Palacios
No hay comentarios:
Publicar un comentario