¡Cuántas veces vengas a desfogarte, me encontrarás en pie de guerra! ¿Qué otras razones podrías tener para venir a provocar mis sentidos? Cada luna nueva te cuelas en mi cama, como dueña y soberana de mis sueños. Me invades sin importar lo que podrían decir mis vecinos. Vienes a provocar mi lujuria y a aplacar tu sed. A revolcarte en mi cama sin previo aviso. A meterte entre mis sábanas y a quedarte quieta una vez consumado el acto. A perturbar mis madrugadas, y a sentirte deseada como siempre lo has sido. |
Gozosa satisfaces tus enrevesados caprichos, sin pedir otra cosa que empecemos de nuevo. ¡Presto estoy para librar batalla! Espero soportes la embestida. Compensaré tus caprichos. Sentirás mis descargas saciando una vez más tu apetito exaltado. Aun así, temo a que se rompa el embrujo y te quedes para siempre atrapada en mi canto. Vete antes que el sol se levante en oriente, para que persista el embrujo. Chontales |
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