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Séptimo Arte
La Música
El arte es cualquier manifestación extraordinaria, llevada a cabo por manos virtuosas; por voces angelicales; por el lenguaje corporal en el caso de la danza; por figuras literarias como la sintaxis, el léxico, la semántica y la concatenación de palabras hilvanadas estética y artísticamente, en el caso de la literatura.
Y por el histrionismo mimetizante, en el caso del cine que es el séptimo arte, la música es otro componente de las siete bellas artes, conocidas como bellas, por ser artes que se caracterizan por su elegancia, su belleza, su estética y su poder recreativo.
La música es cualquier sonido melodioso agradable al oído, hasta la madre naturaleza nos regala sus melodías: como los sonidos del viento, los sonidos del silencio, el crujir friccionado de las ramas de los árboles, el trinar de la fauna aviar, el sonido del agua en movimiento, etc.
El hombre crea música con sus silbidos, con las palmas de sus manos, con los tacones de sus zapatos, con el chasquido de sus dedos, etc.
Y sí el hombre echa mano de cualquier objeto, como: piedras, palos, tambores hechos de madera y cueros, objetos metálicos, etc. mejora su repertorio musical.
Los instrumentos musicales se dividen en: instrumentos de cuerda, de viento, de percusión y de fricción. Y el piano que es un instrumento híbrido: de percusión y vibración.
Los sonidos melodiosos tienen una escala musical, que van de los más graves a los más agudos, conocidos como notas musicales, y son las siguientes: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si.
Quien acuñó las notas musicales, las tomó de la primera silaba de una estrofa de 7 versos de un salmo dedicado a Juan "El Bautista" y la autoría de las notas musicales se le atribuye al romano Guido D'Arezzo.
Si nos ponemos a enumerar los instrumentos musicales es un asunto de nunca acabar, porque la lista es interminable, pero vamos a enumerar los más clásicos:
De teclas: El piano, el órgano y el acordeón.
De cuerdas: la guitarra, la mandolina, el violín, el violoncello, el arpa...
De percusión: los tambores, los platillos, la lira, la marimba...
De viento: la trompeta, el trombón, el saxofón, la tuba, la flauta traversa, clarinete...
Las manifestaciones musicales del hombre consisten en la exteriorización de sus sentimientos a través del sonido emanado de su propia voz y con el fin de distinguirlo del habla que utiliza para comunicarse con otros seres.
Los ritmos musicales son heterogéneos, tales como la salsa, cumbia, merengue, bachata, géneros románticos, rancheros, baladas, tango, flamenco, etc.
Los ritmos musicales que nos incitan al baile cadencioso, son originarios de África, tales como la cumbia, la salsa y el merengue.
La música clásica es originaria de Europa del este. Es una música que sus orígenes son litúrgicos y es música de cameratas (cámaras) porque sólo se ejecuta en teatros, auditorios, iglesias y en salones cerrados para no sacrificar la acústica.
La música clásica, son ritmos suaves y pausados que no nos incitan al baile, ni a tararear la música sino que nos inducen al sosiego, al descanso y a la reflexión.
Los países donde se originó está música fue en Italia, Francia, Austria y Alemania. Y los máximos exponentes fueron: Wolfgang Amadeus Mozart, Ludwig Van Beethoven y Johann Sebastián Bach.
El Canto
Trajimos a colación la lírica del canto, que es a su vez la letra de una canción y que está estructurada de versos, estrofas y poemas.
Aquí les comparto una lírica de mi autoría, donde un prolijo y prolífico poeta le rinde pleitesía a su Musa Inspiradora:
¿Qué sería de mi vida sin ti? Un barquito a la deriva. Una paja en el vórtice de un ciclón. Una gota de agua en una tromba marina. Una criatura, un cervatillo o un polluelo sin madre. Un carnero que brama por agua en un desierto. Un reo añorando libertad. Un sediento sin agua queriendo apagar su sed. Un hambriento sin pan. Un poeta sin musa. Un padre amoroso sin una bella hija en quien volcar su amor. Un pececito fuera del agua. Un cordero sin hábitat. Un monje sin Gurú. Un discípulo sin mantra. Un óvulo sin espermatozoide queriendo demostrar su buen anfitrionismo. Una novia burlada. Un consorte burlado. Un ser gregario sin peña de amigos. Un moribundo sin regazo para morir. Un bebé hambriento sin su tibio pecho. Una anhelante madre con un vientre estéril. Un ambicioso sin renta. Un Rey sin mayordomo ni heredero. Un monarca sin trono, sin cetro, sin reino ni reina. Un artista sin público que aplauda. Un pintor sin lienzo. Un escultor sin cincel. Un escritor sin pluma ni tintero. Un impertinente romántico sin novia. Un náufrago sin tabla de salvación. Un danzarín sin melodía. Un músico sin partitura. Un ave voladora sin libertad espacial. Mi vida sin una Musa inspiradora sería como una cosmetóloga, sin rubor, rímel ni carbón y sin un cutis donde verter su arte. |
Esta lírica es un cabo suelto de un libro que está en su génesis, cuyo título es:
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