Escritos en Nicaragua: La Historia del Hidromiel - Capítulo I.- El Nacimiento de Hidromieles de Nicaragua

Ya que mi principal actividad es la producción de hidromiel (vino de miel), he decidido compartir en este Blog, a través de unos cuantos artículos, todo lo que sobre ese tema he aprendido en los últimos 25 años. Empezaré presentando a mi empresa.

Hidromieles de Nicaragua - HdeN (antes San Gabriel de los Palacios): Es un esfuerzo emprendedor de la familia Palacios-Espinal de la próspera ciudad de Chinandega, Nicaragua, América Central. Estamos orgullosos de ser pioneros en el uso de la biotecnología en la manufactura de Bebidas y Alimentos Naturales, con Valor Agregado y de Excelente Calidad, a partir de: Miel de Abejas, Frutas, Hierbas y Maíz.

Nuestra Misión: Desarrollar, Producir y Comercializar de manera sostenida: Bebidas y Alimentos 100% Naturales con altos estándares de calidad.

Nuestra Visión: Convertirnos en una auténtica alternativa al Status Quo por medio de Alianzas, tanto con la Red Global de Detallistas que abastece al Mercado Premium de Productos Naturales, como con nuestros Proveedores de Insumos y Materia Prima.

Nuestra Función Social: Crear empleos directos e indirectos - Contribuir con la diversificación del uso de la tierra - Contribuir con la Preservación del Bosque Seco de la Cordillera Volcánica de Los Maribios - Promover la formación de Cooperativas Apícolas no-Tradicionales.

Nuestro Lema: Una empresa no tiene razón de ser si en su quehacer no contribuye con el Bien Común.

Y esta es nuestra Historia

Capítulo I.- El nacimiento de HdeN

Nicaragua es un país cuya tasa de desempleo es alta, pero no sólo eso, los salarios comparativos son bien bajos. Antes de continuar daré un breve ejemplo de lo que es el concepto de Salario Comparativo.

El salario mínimo en los Estados Unidos es de $8.50 la hora, en Costa Rica $2.50 y en Nicaragua $0.75. Supongamos que las cajeras de los supermercados en los 3 países ganan el salario mínimo. Las 3 cajeras hacen el mismo trabajo, pero las de Costa Rica y Nicaragua devengan mucho menos que la de los Estados Unidos, eso quiere decir que el salario comparativo de los Estados Unido con relación a Costa Rica es de 3.5 a 1 y con relación a Nicaragua de 11 a 1, por otro lado, el Salario Comparativo de Costa Rica con relación a Nicaragua es de 3.3 a 1.

Pues bien, la alta tasa de desempleo y el bajo salario comparativo hace que la estabilidad laboral sea también muy baja, con una alta rotación de personal y un mercado significativo de empleos temporales. Ante esta situación los nicaragüenses tenemos 4 opciones:

Resignarnos a los vaivenes del estrés del mercado laboral.
Emigrar a otro país en busca de un empleo estable y mejor pagado.
Fundar una Empresa.
Juntar las opciones 1 y 3.

El fundador de HdeN optó por la opción 4.

La primera intención fue la de producir embutidos y jamones por 2 razones: Primero, la oferta de embutidos en Nicaragua era sumamente limitada y, Segundo, era el paso natural para alguien que estaba en buenas relaciones con la industria de las carnes. Lo primero que hicimos fue estudiar.

De inmediato comprendimos que el siguiente paso era montar una suerte de planta piloto que nos permitiera producir pequeños lotes de jamones y salchichas. El objetivo de esta actividad era poder determinar los costos de producción a baja escala para así poder extrapolar los costos de escala comercial.

En aquellos días los chinos y los hindúes aún no habían abarrotado el mundo con sus aparatos de bajo costo y lo único que encontramos fueron costosísimos equipos europeos y norteamericanos. Sin embargo, aún hoy en día esos equipos tienen un considerable valor.

Después, con la intención de reducir la inversión lo más posible, empezamos a buscar equipos usados y estábamos en eso cuando encontramos un proveedor que además ofrecía equipos para la producción de sidra, vino de manzana. Lo que más nos llamó la atención fue la sencillez del proceso y el relativo bajo costo de los equipos en comparación con los necesarios para producir jamones y salchichas.

Nuevamente lo primero que hicimos fue estudiar.

Sabíamos que en el norte de Nicaragua había pequeñas plantaciones de perotes. Los perotes son un tipo de manzanas criollas que no saben mal, pero cuya apariencia dista de los estándares comerciales. Mientras realizábamos nuestro estudio, descubrimos que la producción de perotes era bastante fragmentada, lo cual representa un serio inconveniente logístico, también llegamos a la conclusión de que no tendríamos control sobre la cosecha y eso significaba que no estaríamos en condiciones de acopiar frutos cuya maduración fuera uniforme, requisito fundamental en lo que a la producción de cualquier tipo de vino se refiere.

De manera fortuita tuvimos al alcance de producir un pequeño lote de cerveza doméstica y fue así como se despertó nuestro interés en la producción de cerveza y otra vez el primer paso fue estudiar. Nuevamente llegamos a la conclusión de que para poder calcular los costos de producción teníamos con montar una pequeña planta piloto.

Compramos un libro y gracias nuestra formación en tecnología química no nos fue muy complicado identificar los equipos críticos, tampoco resultó difícil entender su funcionamiento y de inmediato procedimos a manufacturar un pequeño Mash Lauter Tun con su respectivo Brew Kettle en donde obtendríamos el Wort.

Cualquier tipo de Wort puede ser usado para producir cervezas tipo Ale o bien cervezas tipo Pilsner - Lager. En el primer caso el Wort se fermenta a unos 18 °C (64 °F), en cambio las Pilsner – Lager se fermentan a 12 °C (54 °F).

En el caso del fermentador optamos por comprar una pequeña cisterna que está diseñada para ese propósito. Este fermentador tiene la forma de un embudo separador de laboratorio, ya que casualmente está diseñado para poder separar, y colectar, la levadura que se flocula durante el proceso de fermentación. Otra ventaja de esta cisterna es que resulta muy conveniente para embotellar por gravedad. Para poder fermentar a la temperatura ideal, colocamos el fermentador dentro de un exhibidor refrigerado regulado por un termostato externo.

Todos estos aparatos nos permitieron cuantificar los costos de producción de la cerveza y, además, identificar de inmediato que, a excepción del agua, tanto la materia prima, como los insumos necesarios para la producción de cerveza, tenían que ser importados. Todo tenía que ser importado.

No fue difícil encontrar proveedores, por el contrario, la industria de la producción doméstica de cerveza es tan grande que abundan empresas dedicadas a abastecer de cebada malteada, lúpulos y levadura para los aficionados y las Microbrewery.

Íbamos rumbo a convertirnos en una Microcervercería cuando nos topamos con una receta para producir hidromiel (vino de miel) y, por mera vagancia, decidimos probar y elaboramos un pequeño lote, el cual envasamos en botellas de cerveza porque era lo que teníamos a mano.

El resultado fue un total desastre, completamente desalentador en comparación con la cerveza de excelente calidad que ya producíamos. Entonces procedí a desechar todo ese lote de hidromiel (vino de miel), pero, por esas cosas que sólo al destino le conciernen, conservé 2 botellas, las cuales arrinconé en una de las oscuras esquinas de mi ropero.

Continuamos produciendo cerveza, probando diferentes cebadas, evaluando diversos tipos de lúpulos y diferentes variedades de levadura. La cerveza que producíamos la consumíamos con nuestras amistades y hasta logramos vender unas cuantas cajillas en uno que otro pequeño y provinciano bar.

Pasaron los meses, varios, no menos de un año, no más de dos, cuando tuvo lugar un evento totalmente inesperado. Mi hermana vino a Nicaragua a pasar vacaciones y, con ella, su novio. Era la segunda vez que mi cuñado venía a Nicaragua y, al igual que la 1ra vez, nos dedicamos a turistear por todo el país.

Lo que nosotros no sospechábamos era que John caminaba un anillo de compromiso en el bolsillo de su pantalón y que estaba esperando la complicidad de algún mágico lugar para hacer la trascendental propuesta de matrimonio.

El asunto era un poco complicado porque nosotros, sin ser ese el propósito, resultamos ser, para efectos prácticos, una suerte de chaperones, es decir que mi cuñado no contaba con la privacidad requerida para poder proponerle matrimonio a Nadia.

Eventualmente le tocó el turno al Volcán Masaya. Mis padres, por el cansancio propio de su edad, decidieron no hacer ningún tipo de senderismo y yo también me quedé, más por pereza que por otra cosa, además, el que andaba descubriendo el país era John y Nadia era su guía turística personal, mi presencia no era necesaria.

Anduvieron por aquí, anduvieron por allá, le tomaron fotos a los famosos chocoyos del volcán, avistaron el cráter del San Fernando, visitaron la famosa cueva Tzinaconostoc, la cueva de los murciélagos. Finalmente, cuando regresaron a la Plaza de Oviedo, se les acercó uno de los guardaparque y les dijo que ese día la concentración de los gases no era muy alta y que les daba permiso de subir a la célebre Cruz de Bobadilla. Nadia y John me invitaron a que los acompañara, pero no acepté, era tarde y tenía que conducir desde Masaya a Chinandega, necesitaba ahorrar energía y esa fue la excusa que usé para no subir.

Pues bien, estando en la cúspide, al pie de la Cruz de Bobadilla, John se hincó y le propuso matrimonio a Nadia y ella aceptó, pero en ese momento no nos dijeron nada, esperaron a que estuviéramos en Chinandega para participarnos de la noticia.

Eran como las 11 de la noche y me dice Nadia – “hay que hacer un brindis, sacá unas cuantas de tus famosas cervezas” – pero días antes yo me había bebido todas las botellas en compañía de mis amigos y así se lo hice saber, pero entonces me acordé de las botellas de hidromiel (vino de miel) abandonadas en las oscuridades de mi ropero y las ofrecí no si antes advertir de que era una bebida totalmente desagradable. Sin embargo, el peso específico de la ocasión exigía un brindis y procedimos a servir las correspondientes copas.

Lo que ocurrió después fue un inesperado portento, el tal hidromiel (vino de miel), nos sorprendió con un paladar inusualmente complaciente. Esos meses dentro del oscuro ropero habían tornado una porquería de bebida en un exquisito elixir.

Después de un par de sorbos empecé a dudar sobre si valía la pena producir cerveza. Esa noche comencé a valorar la posibilidad de producir hidromiel (vino de miel) y de inmediato procedí a realizar las averiguaciones macro sobre el mercado de la miel y del vino en Nicaragua.

Exportaciones de Miel
Año	Dólares	Litros	Precio
1994	$91,250	85,322	$1.10
1995	$254,019	163,166	$1.60
1996	$417,753	302,874	$1.40
1997	$303,396	430,639	$0.70
1998	$401,456	331,215	$1.20
1999	$115,960	451,650	$0.30
2000	$57,587	134,051	$0.40
2001	$85,632	70,888	$1.20
2002	$85,632	102,873	$0.80
Promedio	$201,409	230,298	$0.90
Fuente: CEI

Importaciones de Vino
Año	Dólares	Botellas	Precio
1994	$295,652	183,405	$1.60
1995	$466,029	342,078	$1.40
1996	$473,591	391,939	$1.20
1997	$991,142	2,005.671	$0.50
1998	$1,359,531	1,192,614	$1.10
1999	$,223,142	1,018,410	$1.20
2000	$1,104,565	897,747	$1.20
2001	$1,048,138	968,599	$1.10
2002	$1,046,287	968,035	$1.10
Promedio	$889,786	885,389	$1.00
Fuente: CEI

En contra de la Microcevercería había varios factores, los más críticos eran los siguientes: Primero, en Nicaragua, la producción de cerveza, a pesar de producirse en el país, en realidad no es más que una importación indirecta, es decir que íbamos a ser sumamente vulnerables a los vaivenes del dólar y, Segundo, en Nicaragua no hay una ley en contra de los monopolios y la historia de la industria cervecera de Nicaragua es la historia de un monopolio que siempre termina absorbiendo a cualquier emprendimiento que pretenda incursionar en esa industria.

A favor del hidromiel (vino de miel) estaban los siguientes factores:

Me gustó lo que degusté, era un hidromiel (vino de miel) con un paladar muy similar al de un Sauvignon Blanc.
En Nicaragua nadie produce vino, producir hidromiel (vino de miel) iba a ser algo novedoso.
Por usar materia prima nacional nuestro riesgo cambiario iba a ser muy bajo, nuestra producción sería lo que se conoce como sustitución de importaciones y con el potencial de convertirnos en exportadores.
Se trataba de una innovación que repercutiría favorablemente en un sector marginal de la industria agropecuaria de Nicaragua.

Era un escenario totalmente conveniente para el país y eso hacía que valiera la pena correr los riesgos implícitos en todo emprendimiento y, fue así que, en ese momento dejé de producir cerveza y empecé a estudiar y a producir hidromiel (vino de miel).

Así nació Hidromieles de Nicaragua.

Nuestro mayor éxito es el haber obtenido, en el 2011, una medalla de oro en la principal competencia internacional de hidromieles - Mazer Cup International.