Escritos en Nicaragua presenta a |
Poesía Erótica (4) 46. ¿Quiénes son esas mujeres que por las noches te llaman? Son fantasmas de viejos amores. |
47. ¡Se me mostró como vino al mundo! ¡Ahora no puedo apartar esa imagen! 48. ¡Su cuerpo se quedó grabado en mis pupilas! 49. ¡Ya no soy el mismo! Me arrebató el aliento, y me paralizó el corazón. 50. ¡Puedo precisar el lugar exacto donde quedan todos tus lunares, el color incandescente de tus pezones y la temperatura tibia de tus aguas! |
51. Me pidió que explorara sus montes y conociera la transparencia de sus aguas. 52. Era capaz de jugarse la vida. Jamás de poner en riesgo el dinero que recibía mes a mes de uno de sus amantes. 53. Su humedad persiste en luna llena, como en lo más crudo del verano. 54. Al ser sorprendidos por el vecino, en vez de contener su ímpetu, me dijo, ¡déjalo que se divierta! |
55. Vueltas de la vida, nos reencontramos cuando ni ella ni yo lo esperábamos. 56. La conocí una tarde lluviosa de junio, su voz iluminaba la pista y lució más sensual que la joven que contorsionaba sus caderas, en una danza oriental, que paralizaba corazones. 57. Muchos años después pudo ser lo que aquella tarde lluviosa presagiaba. 58. La terquedad de sus caderas armoniza con la voracidad de su sexo. |
59. Sus alborotos en la cama, ¡son delicia del vecindario! 60. Tal vez sin quererlo lo fuimos queriendo, lo estuvimos haciendo. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario