martes, 18 de marzo de 2025

Soy de una generación de migrantes

Escritos en Nicaragua
presenta a
y
su poema

Soy de una generación de migrantes

Soy de una generación de migrantes
en un país de emigrantes
y eso puede ser triste,
pues los amigos también deciden irse
Amparito
no terminó la primaria con nosotros
sus padres decidieron regresar a España.
Barbarita se fue años después con un señor,
las dos coincidieron en Barcelona.
Caridad logró lo que parece imposible:
se casó con un coreano de dinero
que se la llevó a la del Sur.
Dunia es graduada
en una especialidad médica
y trabajó en varios países
hasta que comprendió cómo funciona el negocio
y decidió que a ella y al mar
les hacía falta una clínica en Maputo.
Ernesto era un dirigente pobre
o más bien un pobre dirigente
sobrevivía haciéndose el sueco
hoy progresa en Upsala.
Francis por pura casualidad
vive en Francia.
Graciela vive en Groenlandia
dice que el frío es horroroso
pero come todos los días.
Horacio era un luchador
aunque en el pueblo todos la luchan
él practicaba como deporte en
una gira por Europa decidió
quedarse a descansar en Italia,
aunque la sigue luchando.
Iris pasó mucho tiempo encerrada
donde apenas veía el sol
y se fue a Irlanda para no extrañar el verde.
Jesús
casi siempre encarcelado
sin dinero y sin trabajo
llevaba una vida de espanto
hoy pasa los días en Belén.
Julio conoció a una argentina
en el hotel donde trabajaba
prometieron casarse en Rosario
y él se fue a avisar a su familia
pero parece que la alegría y la velocidad
tampoco ligan.
Katia tuvo mucha suerte
y encontró un enamorado que era de Kaliningrado.
Lourdes sufrió tantas frustraciones
que se fue en busca de un milagro de su virgen.
Mariela, junto a un gran grupo,
salió por el puerto hace décadas,
aunque ha regresado varias veces,
vive en Miami desde entonces.
Mercedes,
a pesar de vivir haciendo favores
no encontró misericordia
y huyó hacia Fátima.
Niurka se cansó de los días sin agua y sin luz
y encontró un refugio en el lago de Nicaragua.
Orlandito, el hijo de la vecina,
nos sorprendió a todos
nadie pensaba que él también se iría
un día supimos que se había ido solo
y que estaba en Toronto;
años después reclamó a la familia.
Pablo trajo a la novia española
a vivir en su país
pero ella no pudo adaptarse,
están viviendo en Madrid.
Pedro tuvo que poner tierra de por medio,
tenía un bisne semilegal
y lo iban a canear,
recaló en San Petersburgo
no se sabe cómo le va.
Quintín era el nombre de un señor mayor,
es de esos nombres que ya no se usaron
en nuestra generación
él se había ido a Veracruz
poco después que nacimos nosotros.
Reina vivía como sierva a pesar del nombre
pero logró capturar a un noble inglés.
Richard nos dijo que no quería irse
cuando su familia decidió abandonar el país,
pero era muy pequeño
para tomar esas decisiones;
hoy envejece cerca de Tampa.
Santiago, como buen pobre,
tenía un montón de problemas
que nunca podía resolver,
ahora vive en Compostela.
Teresita se fue aburrida
de que nada cambiara en su viejo país
y se asentó en Terranova.
Ulises, el nuestro,
no ha viajado al fin del mundo
sólo se fue a Cayo Hueso,
pero no le interesa regresar a Ítaca,
como a la mayoría
al menos por ahora.
Verónica, cuando la deportaron
aunque no tenía ni idea de donde estaba,
se quedó en la escala
que hizo el avión en Varsovia.
Wilfredo salió en un viaje oficial
en contra de su voluntad,
abandonó la delegación
aún no ha podido regresar
y rehízo su vida en Guinea Bissau.
Xiomara iba en aquel grupo,
la lancha nunca apareció,
ninguno llegó a las playas de destino;
casi cinco décadas después
todavía no hay noticias de ellos.
Yunieski, Yoandra, Yoenis, Yoleksy,
no sé bien por dónde andan Yoel y ellos
Sí, Yoel no es con J, Joel
Yoel es con Y, al menos en esta generación
marcada por el ex y lío.
Zenaida no ha podido irse a ninguna parte,
cada vez que lo intentaba
la capturaban saliendo
o la deportaban al llegar;
hoy vive encerrada
en la casa que fue de sus abuelos.
Los demás yacen todos
en el mismo lugar en las afueras del pueblo.
Soy de una generación de migrantes,
en un país de emigrantes
y eso puede ser muy triste
pues a veces te quedas sin amigos
porque algunos se murieron
y la mayoría se fue
y no tengo con quien compartir.

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Disponible en:
y
Librería Macondo
(León, Nicaragua)


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Escritos en Nicaragua

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