sábado, 20 de septiembre de 2025

La debacle histórica de la Dictadura del Proletariado

IX.- La debacle histórica de la Dictadura del Proletariado

La Dictadura del Proletariado era el modelo de desarrollo social planteado por el Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia, el cual en 1918 pasaría a llamarse Partido Comunista. Esta concepción nació como consecuencia de la idealización de la insurrección que pasó a la historia como la Comuna de París. Conceptualmente se trataba de un período de transición entre el capitalismo y el comunismo durante el cual desaparecerían las clases sociales.

La Rusia Bolchevique implementó dicho concepto, sin embargo, en la práctica las cosas no salieron como se suponía debían ocurrir y en este capítulo trataré de exponer, como testigo presencial que soy, el por qué este modelo de desarrollo fracasó.
 

Con anterioridad planteamos que la distribución diferenciada del bienestar estaba determinada por la diversidad intrínseca de la especie Homo sapiens, por la diversidad de sus necesidades individuales y colectivas.

Pues bien, en la Rusia Soviética eso no fue una excepción y la distribución diferenciada del bienestar se manifestaba en la existencia de ciudades de primera categoría, Moscú, San Petersburgo, Kiev, Minsk, ciudades de segunda categoría, Járkov, Voronezh, Rostov del Don, ciudades de tercera categoría y finalmente aldeas.

De igual manera, en cada una de estas locaciones habían ciudadanos de primera, segunda y tercera categoría en dependencia de su ubicación dentro del sistema salarial diferenciado que dio origen a lo que occidente definió como La Nomenclatura.

Es la existencia de La Nomenclatura la que se encarga de desechar el pronóstico de Marx, ya que, apesar de que conceptualmente hablando los medios de producción le pertenecían a toda la población, el bienestar siempre se distribuyó de manera diferenciada.

Pero para comprender la debacle la dictadura del proletariado a profundidad será necesario que regresemos a lo básico, iniciaremos comparando la mezcla de la selección natural entre el hombre granjero y el hombre ingeniero.

El hombre del neolítico, el granjero, es el mismo hombre de la edad medieval, el hombre del feudalismo, el hombre ingeniero es el hombre contemporáneo, el hombre del capitalismo, más adelante haremos el mismo ejercicio con el hombre de la dictadura del proletariado y el hombre de la socialdemocracia.


Podemos notar que en el hombre contemporáneo el factor fisiológico llegó a un mínimo, que los factores mecánicos, cognoscitivos y de asociatividad se mantienen constantes y que el centro de gravedad se sesgó hacia la aptitud. Esto es así por las siguientes razones:

Factor Fisiológico: El Homo sapiens, como especie, no percibe amenazas desde el punto de vista fisiológico, la expectativa de vida pasó de 30 años a 60 años en transcurso de los últimos dos mil años y con una fuerte tendencia a incrementarse. Está totalmente adaptado para comer prácticamente cualquier tipo de alimento. En su código genético están grabados los olores y sabores de aquellos alimentos que representan un riesgo para la vida, su olfato, paladar y visión son los sensores para detectar los peligros.

Factor Mecánico: El Homo sapiens es totalmente bípedo, puede desplazarse sobre casi cualquier tipo de terreno, trepar árboles, nadar y bucear. Sus extremidades superiores están adaptadas para poder generar el esfuerzo mecánico de apalancamiento, lo mismo que para crear momentums radiales. Sus manos están totalmente adaptadas para realizar tareas multifacéticas, la especialización tiene carácter individual, es decir que se especializan los individuos, no la especie.

Factor Cognoscitivo: El conocimiento se adquiere y se transfiere con suma facilidad de generación en generación. El conocimiento es acumulativo.

Asociatividad: La sociedad siempre termina organizándose por medio de una estructura jerárquica, con grupos sociales que forman microcosmos, es decir, las clases sociales.

Aptitud: El sesgo de la mezcla de la selección natural tomó este rumbo porque al aumentar las necesidades en cantidad y diversidad, el hombre debe ahora ser más eficiente para producir suficientes bienes que satisfagan sus necesidades. La explosión demográfica que ha tenido lugar en los últimos dos mil años es resultado de su progresiva aptitud.

A lo largo de 2 millones de años, lo que nos ha diferenciado del resto los seres, y lo que ha hecho del Homo sapiens la especie más exitosa, es la conciencia. Es por eso que la selección natural nos ha premiado, no en balde somos la única especie que tiene presencia global, somos la única especie que tiene capacidad de emigrar a otros cuerpos celestes como la Luna y Marte.

Sin embargo, el premio de ser la única especie que tiene presencia global tiene consecuencias, de tal manera que el aumento de la población fue la principal causa de que el feudalismo dejara de ser autosostenible porque desde el punto de vista de la organización de la producción, el feudalismo seguía siendo básicamente una economía de autoconsumo, una economía de granjeros.

La humanidad, desde hacía varios siglos, necesitaba producir bienes de consumo de manera intensiva, es por ello que la sociedad tenía que adaptarse a la nueva mezcla de necesidades, tenía que mutar. La colonización de América fue una suerte de válvula de alivio que absorbió la presión demográfica, pero ya para el siglo XVIII la situación se tornó nuevamente insostenible.

Sin embargo, solamente fue hasta finales del siglo XVIII que el conocimiento acumulado pudo crear las condiciones tecnológicas necesarias para hacerlo, pero no solamente eso, el conocimiento acumulado puso en tela de duda muchas cosas que hasta esa época eran consideradas verdades, algunas de ellas eran consideradas dogmas cuyos cuestionamientos en ocasiones era castigado con la pena de muerte.

Entre otras cosas, el conocimiento acumulado nos permitió descubrir y confirmar que La Tierra no es plana, que no es el centro del universo, que posee un campo magnético, que gira sobre su eje y que, además, gira alrededor del sol.

Todo ese conocimiento acumulado puso en tela de duda el “origen divino” del orden de la “cosa pública”. A partir de ese momento el Homo sapiens ya no solamente tenía consciencia de su “ser individual”, sino que, además, tomó consciencia de sus “ser social”, había nacido lo que en la actualidad se conoce como, “consciencia social”.

La consciencia social fue lo que le permitió, a un pequeño grupo de personas visualizar que, para poder organizar la producción de acuerdo al incremento de la cantidad y diversidad de las necesidades, era necesario que la sociedad mutara.

Era necesario que la propiedad dejara de tener un Origen Divino.

Si la propiedad no tiene un origen divino, significa que no es un derecho exclusivo del señor feudal, que no es un derecho exclusivo de la iglesia, sino más bien un derecho de todos los ciudadanos comunes y corrientes.

Era necesario que cualquier ciudadano pudiera ser dueño de los medios de producción. En otras palabras, era necesario que a cada individuo se le respetara el “derecho a la propiedad privada”.

Pero para que un individuo pudiera poseer un medio de producción, el individuo tenía que ser libre, es decir que se debía "abolir el derecho de servidumbre” por el cual cada individuo estaba obligado a servir de por vida a un señor feudal o a la iglesia. En otras palabras, los individuos tenían que tener la libertad de contratar a otros individuos o, en su defecto, la libertad para ser contratados por otros individuos, era necesario que se respetara el “derecho a la libre contratación”.

Pero la libre contratación implica que los individuos debían tener la libertad de poder ir a los sitios en donde ellos consideraran que tenían la oportunidad, ya sea de adquirir medios de producción, contratar a otros individuos o de ser ellos los contratados, era necesario que se respetara el “derecho a la libre movilización”.

De tal manera que no es coincidencia de que la revolución industrial haya coincidido con la revolución liberal y que la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789 reflejara dicha conciencia social.

Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano

Primero: Todos los hombres nacen y permanecen libres, con los mismos derechos. 

Segundo: La finalidad de los partidos políticos es la de proteger los derechos naturales e inalienables del hombre, el derecho a la libertad, a la legítima propiedad y a la resistencia a la tiranía.

Tercero: El principio de todo gobierno reside en la propia nación, ningún grupo, ningún individuo puede ejercer una autoridad que no emane única y exclusivamente del pueblo. 

Cuarto: La libertad nos faculta para poder hacer todo aquello que no perjudique a los demás.

Quinto: La ley tiene el derecho a prohibir todos aquellos actos que perjudiquen a la sociedad.

Sexto: La ley es la expresión de la voluntad del pueblo, los ciudadanos tienen derecho a redactarlas personalmente o eligen libremente a quien los represente para ello y debe ser igual para todos, tanto si les protege como si les castiga. Al ser todos los hombres iguales ante los ojos de la ley, es también igual el derecho que tienen a poder ocupar cargos públicos según su capacidad y sin otra distinción que la de su virtud y su talento. 

Sin embargo, a los liberales franceses les hizo falta un pequeño detalle. Sucede que, hasta esa fecha, la visión mecanicista del mundo consideraba la distribución de la riqueza como la distribución de los bienes materiales, quizás hasta hace unos quinientos años esto haya sido verdad, pero, en el mundo del capitalismo, la distribución de la riqueza ya no es necesariamente la distribución de los bienes materiales, sino que más bien, y basados en el artículo 6 de la declaración universal de los derechos del hombre, se trata de la “distribución de las oportunidades”.

Con el capitalismo, el “origen divino” del orden de la “cosa pública” se hizo a un lado, sin embargo, los descendientes de los señores feudales tenían propiedades y educación, los siervos, ahora libres, no tenían propiedades y eran analfabetas.

Los siervos, ahora libres, tenían el derecho a la propiedad, pero no tenían el capital para poderlos adquirir, lo único que tenían era su fuerza de trabajo, es decir que, estaban en total desventaja.

Sí, es cierto, los siervos, ahora libres, tenían y se les reconocían los mismos derechos, pero no tenían las mismas oportunidades. Es por eso que la toma de consciencia social no se detuvo, sino que más bien se profundizó y fue así como nació el marxismo.

En principio, Karl Marx no es culpable de haber llegado a las conclusiones que llegó, ante el desconocimiento del Big Bang, de las leyes de la selección natural, de la genética, de la mecánica relativista, de la mecánica cuántica y del análisis multifactorial, la dialéctica hegeliana era un magnífico punto de partida para tratar de explicar todo.

Hoy, gracias al conocimiento acumulado hasta la actualidad, sabemos que las leyes del materialismo dialéctico no existen per se, que son una quimera metafísica, resultado del limitado conocimiento acumulado que poseían sus fundadores.

IX.1.- El fracaso de la economía de la Dictadura del Proletariado

La causa principal del fracaso de la economía de la dictadura del proletariado radica en el concepto marxista de plusvalía:

Plusvalía = precio – costo de producción – gastos

Los economistas de la Unión Soviética tomaron el concepto de plusvalía y lo sustituyeron por algo que llamaron “Efecto Económico”, la función principal del efecto económico era poder crear un excedente que permitiera prever el aumento de la población, los economistas de la Unión Soviética nunca consideraron la inflación porque para ellos era un fenómeno que en una economía planificada no debía ocurrir. De tal manera que la formula únicamente cambió de nombre.

Efecto Económico = precio – costo de producción – gastos

Pero como ya vimos en el capítulo anterior, el precio se fija en el momento en que tiene lugar la transacción de compra y venta.


Los economistas soviéticos, a pesar de conocer, y de usar en la planificación de la economía el modelo de la jerarquía de las necesidades de Maslow, por poseer una visión mecanicista del mundo, nunca pudieron ir más allá de los dos primeros peldaños y es casualmente en esto en donde radica el fracaso de la dictadura del proletariado.

Veamos qué fue lo que pasó, empezaremos con el Concepto de Afiliación.

Sabemos que el Homo sapiens es un ser social porque en determinado momento se vio en la necesidad de vivir en manada, más adelante vimos que, como consecuencia de la división del trabajo, dentro de la manada se empezaron a crear microcosmos, es decir, una especie de micro manadas dentro de la manada.

Desde que el Homo sapiens es Homo sapiens, cada individuo decide a que micro manada pertenecer en dependencia de su mezcla de necesidades, pero en la economía planificada del socialismo soviético esa decisión no la tomaban los individuos, esa decisión era tomaba por el estado. Sí, es cierto, había ciertos grados de libertad, pero al final los individuos estaban maniatados a las disposiciones de los planes quinquenales.

Pero no solamente eso, la gente se agrupa sobre la base de creencias, modo de pensar, inclinación sexual, etc. En el socialismo no había la posibilidad de que las gentes se pudieran agrupar libremente en dependencia de todos los factores que son sumamente intangibles.

En la Unión Soviética había clubes sociales, pero eran los clubes sociales que estaban contemplados dentro del plan quinquenal y eran aquellos que los economistas consideraban iban a poder satisfacer las necesidades de afiliación de cada individuo. Este tipo de afiliación forzada fue lo que dio paso a que surgiera lo que en occidente se conoció como “la Nomenclatura” y que los soviéticos llamaron “la Elite”. 

Finalmente, cada persona tiene una interpretación de la realidad objetiva y tiende a formar micro manadas en dependencia de como la interpretan surgiendo así la realidad subjetiva.

Pues bien, el Homo sapiens tiende a formar clubes sociales, grupos de interés, cultos religiosos, partidos políticos, etc. En dependencia de como cada individuo interpreta su mezcla de necesidades y la realidad objetiva. En la Unión Soviética esto no formaba parte del marco ideológico que regía el país.

Veamos ahora lo relacionado con el Concepto del Reconocimiento. Este orbital tiene una estrecha relación con la libertad de movilización. La libertad de movilización consiste en que cada individuo tiene el derecho de poder emigrar a aquellos lugares en donde pueda realizarse, ir a aquellos lugares en donde sus capacidades y habilidades puedan ser reconocidas y valoradas.

Si, los soviéticos tenían pleno acceso a la educación media, a las escuelas técnicas y a las universidades, pero al final cada graduado era ubicado en los centros de empleo y los lugares de residencia que el Ministerio del Trabajo les designara. Eventualmente era posible cambiar de empleo, pero casi imposible cambiar de ciudad de residencia lo que limitaba la búsqueda de reconocimiento y autorrealización. Simplemente la distribución de los cuadros tenía lugar en función del plan económico y no en función de las aspiraciones personales de cada individuo

Con el Concepto de la Autorrealización el asunto es mucho más complejo aún. Sucede que, en la Unión Soviética, a pesar de que el marco legal no permitía que surgieran grupos de interés de manera espontánea, eso no quiere decir que estos grupos de interés no se formaran, sino que todo lo contrario, se formaban, pero fuera del marco legal.

Igual ocurría con la libertad de movilización, los individuos más audaces cambiaban de domicilio, pero fuera del marco legal. Todo esto creó que surgieran una serie de conductas que se basaban en algo que podríamos llamar antivalores morales, los cuales al final empujaban a los individuos, no al crecimiento, sino que a la subsistencia.

Es importante mencionar que la libertad de movilización lleva implícito el riesgo del fracaso, pero es casualmente la superación de los fracasos, lo que permite a los individuos sentirse autorrealizados.

Ahora comparemos la mezcla de la selección natural entre el hombre de la socialdemocracia y el hombre de la dictadura del proletariado.


Los orbitales fisiológicos, mecánicos y cognoscitivos son prácticamente idénticos, las diferencias están en los orbitales de aptitud y asociatividad. El hombre de la dictadura del proletariado no necesita ser tan competitivo como el de la socialdemocracia, al fin y al cabo, su vida está planificada desde que nace hasta que muere.

Sin embargo, el verdadero sesgo está en el orbital de la sociabilidad, es decir, sus mayores necesidades son las de afiliación, necesita poder cambiar de domicilio, poder conformar grupos de interés de manera espontánea y, más importante aún, que estas necesidades puedan ser satisfechas dentro del marco de la ley.

Como consecuencia de todo lo anterior, el Poder Soviético nunca pudo erradicar el capitalismo, cuya existencia de facto a lo largo de los 71 años de la existencia de la Unión Soviética es la muestra palpable de la debacle histórica de la Dictadura del Proletariado como modelo de desarrollo, ya que legalmente el capitalismo dejó de existir, pero en el día a día circulaba con timidez, y de manera subterránea, en los quehaceres del día a día.

Las transacciones capitalistas podían ser a través del efectivo, como el comercio nocturno de vodka de los taxistas que después que las licorerías cerraban te vendían una botella de Stolichnaya por 10 rublos cuando su precio era de 5. Pero también en especies, como en la "tradición" de obsequiarle una botella de vino a los médicos especialistas para recibir su atención con prontitud.

La Shabashka [19]

Como ya antes mencioné, en la Unión Soviética las relaciones capitalistas nunca dejaron de existir, únicamente que estaban fuera del marco legal. Estas relaciones capitalistas ilegales fue la manera en que los individuos buscaron como satisfacer las necesidades que la economía planificada no podía satisfacer.

Prueba de ello es la “shabashka” (Шабашка).

En el idioma ruso, el sustantivo shabashka es la palabra que definía estas relaciones capitalistas ilegales y en ella se incluyen todas las transacciones productivas y comerciales que tenían lugar fuera de los planes quinquenales, fuera de todo presupuesto y fuera de todo control fiscal.

En un inicio fueron pequeños hurtos, pero esos pequeños hurtos tuvieron carácter acumulativo y con el transcurrir de los años, con el transcurrir de las décadas, el volumen de dinero que circulaba fuera de todo presupuesto y fuera de todo control fiscal era gigantesco, sólo comparable con la masa monetaria que en la actualidad está en poder del narcotráfico. A pesar de su clandestinaje, en la Shabashka había de todo, pequeñas fábricas, casas de juego, prostíbulos, restaurantes, servicios médicos privados, talleres automotrices, tráfico de influencias y todas aquellas actividades que en el capitalismo son legales.

Para ejemplificar y dimensionar la Shabashka compartiré una anécdota de mi experiencia como estudiante en la Facultad de Química de la Academia Forestal de Leningrado (AFL).

Un nicaragüense en Leningrado

Yo vivía en la residencia estudiantil No. 7 de la AFL ubicada en la calle Academik Konstantinov D6 K2, Leningrado, URSS.

Los estudiantes extranjeros solían pasar las vacaciones de verano en Francia, Italia y en Alemania Federal, trabajaban y con lo que ahorraban compraban ropa que después introducían a la Unión Soviética con el propósito de venderla en el mercado negro. Desconozco si pagaban impuestos, nunca tuve la oportunidad de dedicarme a esa actividad.

Debido a la presencia de estudiantes extranjeros es que mi residencia estudiantil era visitada con relativa frecuencia por individuos a los cuales llamaban “fartsovshiki” (Фарцовщики), quienes se dedicaban al mercado negro de compra y venta de dólares, aunque lo más visible era el mercado negro de ropa extranjera.

Uno de estos fartsovshiki me visitaba a mí, él sabía que yo no salía de vacaciones a los países de Europa Occidental y, por lo tanto, que no le podía ofrecer algo para revender, él me visitaba con el objeto de ofrecerme a mí la ropa que él revendía, cosa que nunca hice porque nunca tuve necesidad de reponer la ropa con la que llegué a la Rusia Soviética.

En una ocasión este fartsovshik me visitó y me mostró dos bluejeans y me dijo:

—Uno de estos dos pantalones es fabricado aquí, en Leningrado, el otro en Alemania Federal, ¿Cuál es el de Alemania?

Yo por supuesto que no supe que responder, era imposible distinguir, la calidad de ambos era muy buena y con un acabado impecable, entonces él me mostró uno de los pantalones y me dijo:

—Este es el fabricado en Leningrado, en una fábrica clandestina ubicada en un sótano.

Yo me quedé callado y él se marchó. Esa pequeña fábrica clandestina funcionaba con materia prima que los estudiantes extranjeros introducían.

La red de información de este fartsovshik era increíble a tal grado que llegué a sospechar de que era de la KGB. En 1987 mis padres me enviaron, a través de una transferencia bancaria, 500 dólares, los cuales vendería para comprar un pasaje de Aeroflot para ir a Nicaragua a despedirme de mi papá a quien no le daban muchas esperanzas de vida debido al cáncer. Pues bien, este fartsovshik me visitó y me pidió que le vendiera los dólares a él. Lo extraño del asunto es que yo a nadie la había contado que me iban a enviar ese dinero, pero lo más extraño aún fue que él me hizo esta visita una semana antes de que el banco me comunicara de la transferencia. La transacción de compra y venta de esos dólares no la hice con el fartsovshik, sino con un amigo a quien le compré un equipo de sonido marca Sony, de aquellos que llamaban Microcomponentes. Dicho de otra manera, tuve el cuidado de que todo lo relacionado con estos dólares cumpliera con el marco legal que regía a la Rusia Soviética. A modo de epílogo diré que gracias a la medicina contemporánea, y a una extremadamente traumática intervención quirúrgica, mi papá sobrevivió al cáncer y vivió 22 años más.

Otra cosa que promocionaba la existencia de la Shabashka era el sistema de empadronamiento. Cada individuo tenía derecho de vivir y trabajar únicamente en la ciudad en donde estaba empadronado. Pero, por un asunto de la distribución de los bienes de consumo, las grandes ciudades eran más que atractivas y en ellas vivía una gran cantidad de personas que, por vivir ilegalmente, realizaban labores propias de la Shabashka, una de las actividades más comunes era descargar vagones de los ferrocarriles durante la noche.

En una ocasión yo realicé esta actividad descargando cueros de un vagón, me pagaron muy bien, en efectivo y sin firmar papel alguno. En aquellos días yo supuse que todo era legal, que los cueros terminarían en la curtiembre que le correspondía, ahora no estoy tan seguro de eso. Mis amigos rusos iban a las estaciones a trabajar con relativa frecuencia, especialmente aquellos que por razones académicas habían perdido temporalmente, o de manera definitiva, el derecho a un estipendio, después de todo tenían que agenciarse la comida. En una noche de trabajo bien se podía ganar entre 30 ó 50 rublos, para que se den una idea, mi estipendio era de 90 rublos al mes.

Todos sabían de la existencia de la Shabashka, era ilegal, pero era al mismo tiempo era tolerada por las autoridades, con mayores o menores grados de libertad, según el tipo de actividad y según la ubicación del individuo dentro de La Nomenclatura [20].

IX.2.- La Perestroika y la Glasnost

Después de que los bolcheviques ganaran la guerra civil, Lenin comprendió que para que la economía de la Unión Soviética pudiera crecer la voluntad y la conciencia no eran suficientes, que hacía falta “algo” y para poder darles tiempo a los economistas soviéticos a que descubrieran ese “algo”, diseñó lo que fue conocido como la "Nueva Política Económica” (NEP en ruso).

El NEP no es más que la legalización de la shabashka, es decir, la legalización de las relaciones capitalistas entre los individuos. La principal ventaja del NEP es que la economía era totalmente descentralizada y gracias a ello creció y hubo cierta prosperidad, y es que los propietarios, en su búsqueda de rentabilidad, controlaban y administraban mejor cada actividad productiva y comercial y lo hacían con mucho menos recursos que la economía estatal centralizada.

Sin embargo, el NEP no formaba parte de los paradigmas bolcheviques y después de la muerte de Lenin Stalin se encargó de desmantelarlo paulatinamente. Como resultado de ello hubo una gran hambruna y millones de soviéticos literalmente se murieron de hambre. 

Con Stalin, la economía eventualmente empezó a crecer a sangre y fuego, las grandes obras civiles eran realizadas por prisioneros quienes no recibían salario alguno, sólo la oportunidad de vivir, aunque las condiciones de alojamiento, vestuario y alimentación eran las más precarias que ustedes se puedan imaginar.

Stalin no era popular, ni siquiera dentro del partido. Prueba de ello fue el caso de Serguey Mironovich Kirov.

En el XVII Congreso de 1934 se eligió al nuevo Comité Central y Kírov recibió sólo tres votos negativos, resultando ser el candidato menos rechazado, en contraste Stalin recibió 292 votos negativos, siendo el menos popular. Todo indicaba que en el XVIII Congreso, que tendría lugar en 1939, Kirov sería electo Secretario General. Kirov fue asesinado y en el resultado de las investigaciones Stalin no figuró. Sin embargo, hay evidencia de que Nikita Jrushchov, en 1956, sostuvo que el asesinato de Kírov fue organizado por agentes del NKVD (después KGB), también afirmó que estos agentes acabaron siendo fusilados en 1937 para de esa manera poder ocultar las huellas de los organizadores del asesinato de Kírov.

El culto a la personalidad de Stalin en realidad no era una expresión de admiración, sino que la máxima expresión de temor que los individuos tenían.

La Segunda Guerra Mundial permitió que el descontento dentro del partido y dentro de las fuerzas armadas se enfocara en derrotar al Nacional Socialismo de los alemanes.

La principal diferencia entre Hitler y Stalin es que Hitler perdió la perspectiva estratégica de la guerra a consecuencia de los éxitos del famoso “blitzkrieg”, en cambio, Stalin, al ver el incontenible avance de los alemanes, optó por delegar la toma de decisiones, es decir, que otorgó a sus mariscales de campo la potestad de improvisar sin requerir de la autorización del comando superior. Lo demás es historia.

Finalizada la Gran Guerra Patria, el pueblo soviético, unido por el patriotismo y la euforia de la victoria, se dedicó a reconstruir el país, los sufrimientos de la guerra habían sido tan grandes que el voluntarismo tomó fuerza, después de todo no hay mayores sacrificios que los que se sufren en una guerra y las incomodidades de alojamiento, vestuario y alimentación se hicieron más soportables en los primeros años de la paz.

Después de la muerte de Stalin hubo una pequeña reforma a cargo de Jrushchov, no fue propiamente dicho un NEP, pero dicha reforma les dio a los individuos tales grados de libertad que la economía creció a un buen ritmo y la brecha entre la calidad de vida de los soviéticos y los países capitalistas se redujo sustancialmente.

El fin del Patrón Oro

Pero las buenas noticias fueron por un período de tiempo muy pequeño. La reforma no solamente no se profundizó, sino que al final fue abandonada por Brezhnev y con ello la shabashka tomó aún más fuerza.

Las cosas se complicaron aún más para la economía soviética con la decisión de los Estados Unidos de abandonar el patrón oro como medio para valorar el intercambio de divisas. Con esta decisión cada moneda se convirtió en una mercancía per se, la cual adquiere o pierde valor en dependencia del intercambio comercial que hay entre los países.

El dólar terminó convirtiéndose en el nuevo patrón de referencia gracias a la suerte de monopolio del dólar con relación a la transacciones de compra y venta de petróleo y, por lo tanto, en la divisa de mayor demanda.

Estas nuevas condiciones en el comercio internacional provocaron que para la Unión Soviética fuera más complicado importar materia prima, insumos y bienes de consumo, en consecuencia, la brecha entre la calidad de vida de los soviéticos y los países capitalistas se incrementó con una sustancial rapidez.

La Inflación en el Socialismo

La primera consecuencia del fin del patrón oro fue la inflación que tuvo lugar a inicio de los años 70’s en los países capitalistas.

Como dijimos antes, la inflación, conceptualmente hablando, es la pérdida de la capacidad adquisitiva de una moneda. En los países capitalistas esto usualmente se manifiesta con el incremento de los precios de los bienes de consumo y como consecuencia de ello los individuos van a comprar menos productos, en número y cantidad.

En el capitalismo esto ocurre de manera espontánea, cada individuo decide que consumir y que no consumir. En el socialismo no ocurre así.

En la economía planificada el estado toma la decisión, es por eso que los precios en la Unión Soviética se mantenían constantes porque la inflación se manifestaba en el déficit en número y cantidad de bienes de consumo que estaban disponibles para la población. En otras palabras, la inflación en el socialismo se manifestaba en el tamaño que tenían las filas para adquirir un bien de consumo. Es aquí en donde Maslow vuelve a mostrar su verdadera dimensión.

La consecuencia de todo lo anterior es que, a pesar de que había dinero y de que la gente ahorraba en el banco estatal, al no poder comprar los bienes que deseaban el dinero en realidad perdía valor y es que, al igual que los precios de los bienes, el dinero adquiere valor únicamente en el momento en que es utilizado para comprar algo. 

Obviaremos por un momento el concepto del valor percibido para poder decir que el producto más caro no es el producto que tiene el precio más alto, sino que aquel que, por la razón que sea, no se puede adquirir. De igual manera, podemos decir que la moneda más devaluada es aquella con la que no se puede comprar nada. 

Este déficit de productos y esa enorme masa monetaria en poder la población, provocó que el mercado negro de bienes de consumo creciera de una manera increíble, provocó que la shabashka adquiriera una escala totalmente imposible de cuantificar.

IX.3.- El colapso de la Unión Soviética

En la Unión Soviética había muchos dólares en manos de los ciudadanos, pero esos dólares en realidad no tenían valor porque con ellos los ciudadanos no podían comprar los bienes que de acuerdo a la mezcla de las necesidades querían consumir. Es por eso que el tipo de cambio oficial de dólares a rublos se mantuvo por mucho tiempo en menos de un rublo por un dólar y en el mercado negro en tres rublos por un dólar. En otras palabras, había tantos dólares circulando ilegalmente que la demanda de dicha moneda en realidad no era muy grande. La demanda de dólares no era tan grande porque, a pesar de todo, la cantidad de bienes que entraban de occidente era muy pequeña en comparación con la demanda de los bienes per se.

El verdadero problema estaba en el concepto de “Plusvalía - Efecto Económico” y poco a poco la Unión Soviética fue perdiendo competitividad.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los países del bloque socialistas fundaron el “Совет Экономической Взаимопомощи" – Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) en 1949. 


El CAME era una especie de Mercado Común, una especie de Tratado de Libre Comercio, con la peculiaridad que no estaba regido por las leyes del mercado, conceptualmente eran relaciones comerciales basadas en el trueque, con todas las debilidades que este tipo de actividad comercial tiene.

El CAME hizo una suerte de división de trabajo totalmente ineficiente, abordaremos el problema desde el punto de vista más fácil, desde el punto de vista de los commodities. 

La Unión Soviética producía petróleo y Cuba producía azúcar, estos commodities fijan sus precios en las bolsas de valores de Nueva York, Londres y Hong Kong. El CAME, por la forma en que estaba concebido, no seguía el comportamiento del mercado mundial de commodities, eso fue creando distorsiones y serias debilidades competitivas en todo el bloque socialista porque dentro del CAME comercializaban productos sobrevalorados o subvalorados, y después tenían que compensar comprando o vendiendo al resto del mundo de acuerdo al valor de mercado mundial.

A eso hay que sumarle que, al no haber un libre comercio de divisas, los países del CAME estaban fuera del sistema financiero mundial y es por ello que los bienes de consumo que ellos producían no podían competir, no contaban con un mecanismo ágil de conversión de divisas.

Resumiendo – La shabashka, el CAME, el aislamiento financiero mundial, el alto costo de la carrera armamentista de la guerra fría, el alto costo de sostener a las revoluciones triunfantes y, para finalizar, la democratización de la tecnología de la información, crearon tales condiciones que la Unión Soviética estaba en una total desventaja económica y militar ante occidente. La Unión Soviética estaba prácticamente en bancarrota.

La vieja guardia, por ser políticos con un bajo nivel académico y cultural, no podían visualizar todas las amenazas que se cernían sobre la Unión Soviética, solamente fue hasta que un pequeño grupo de políticos con una formación académica formal que la solución del problema fue planteado a través de las reformas conocidas como la Perestroika y la Glásnost, aunque en realidad este pequeño grupo de políticos nunca se atrevió a plantear el problema de manera abierta al partido comunista ni a la población. 

Los objetivos de la perestroika y la glásnost iban más lejos que el NEP de Lenin porque tenían que:
  • Legalizar la shabashka para poder controlarla y regularla.
  • Tenían que crear tales mecanismos comerciales que permitieran superar todas las debilidades del CAME.
  • Tenían que integrarse al sistema financiero mundial.
  • Tenían que frenar la carrera armamentista.
  • Tenían que dejar a las revoluciones triunfantes resolver sus conflictos por sus propios medios.
Es muy fácil para un testigo presencial de esos tiempos describir el fenómeno social que tuvo lugar hace casi cuarenta años, pero era totalmente imposible para Mijaíl Gorbachov platear los objetivos de la Perestroika y la Glásnost de la manera en que ahora lo hace el autor de estas líneas, la historia misma se encargó de justificar el silencio de Gorbachov.

La Unión Soviética, conceptualmente hablando, era un estado feudal y, por lo tanto, era un país de campesinos. Los miembros del partido comunista eran unos monigotes que debían seguir y obedecer lo que la Elite ordenara.

La Perestroika, en un lapso de un año, cambió las reglas del juego:
  • El sistema seguía siendo de un partido único, pero a los ciudadanos se les abrieron las puertas de las instituciones a través de elecciones. Recibieron la libertad de elegir y ser elegidos.
  • Se legalizó la shabashka. Esto implica el renacimiento de la propiedad privada y la legalización de las relaciones capitalistas entre los ciudadanos.
  • Se permitió la salida de los ciudadanos a terceros países, se les otorgó la libertad de movilización.
  • Se estableció una moratoria unilateral a las pruebas nucleares.
  • Disminuyó el apoyo logístico y militar a las revoluciones triunfantes.
En lo que a la autorrealización se refiere, la Perestroika permitió la expresión artística callejera, algo que hice un par de veces, en día domingo. Tomaba mi guitarra y me iba a la avenida Nevsky, en el parque de Catalina la Grande, colocaba mi sombrero en el piso y empezaba a cantar, la gente lanzaba monedas y billetes y en cada ocasión, después de unas 3 ó 4 horas de guitarreada, regresaba a casa con al menos 15 rublos en la bolsa.

Los miembros del aparato, la nomenclatura, la elite, o como se le quiera llamar, por estar compuesta por campesinos, nunca pudo visualizar que todas estas reformas, en vez de ser una amenaza al sistema, era la única tabla de salvación. Prueba de lo anterior es China.

Los chinos implementaron reformas económicas similares a las que Gorbachov propuso, con la ventaja de que lo pudieron hacer porque en esos días el centro de la atención era la Unión Soviética y no China. Esto le dio a China una gran ventaja para realizar las reformas económicas que permitieron que hoy en día China esté muy lejos de ser un país socialista, aunque, desde el punto de vista político, el sistema sigue funcionando como lo hacía hace cuarenta años.

Al momento en que escribo estas líneas, mayo del 2021, según el Fondo Monetario internacional, el ranking del PIB de las economías más grandes de mundo es el siguiente:


Cuando iniciaron las reformas en la Unión Soviética se produjo el siguiente fenómeno político, los jóvenes carreristas vieron una oportunidad para escalar velozmente dentro de la estructura del aparato, la nomenclatura, la elite, mientras que los viejos carreristas vieron en esto una seria amenaza a su estatus dentro de la estructura.

Los viejos carreristas tenían control sobre todas las operaciones vitales del país y se pusieron de acuerdo en dar un golpe de estado, pero debido a la popularidad de Gorbachov en occidente, este golpe de estado tenía que prepararse de una manera muy sutil, era necesario que surgiera un gran descontento dentro de la población para que la misma población apoyara el golpe de estado.

Fue así que el bien aceitado engranaje de distribución de los bienes de consumo básico empezó a fallar y de los estantes de las tiendas desaparecieron por unas cuantas semanas, primero el azúcar, después el arroz, la pasta de dientes, el papel higiénico, etc. 

El proceso del golpe de estado se aceleró cuando a la Unión Soviética empezaron a ingresar y a comercializarse, dentro del nuevo marco comercial de la recién legalizada shabashka, las primeras computadoras personales. La introducción de las primeras computadoras disparó la demanda de dólares y el tipo de cambio en el mercado negro saltó de 3 a 12 rublos por un dólar en el transcurso del primer trimestre de 1989.

Pero a los aparatchiki [21] lo que más le preocupó fue que una “tecnología militar” estaba ahora en poder de los “enemigos del pueblo”, estaba en poder de los “traidores”, era imperativo detener la Perestroika y la Glásnost de inmediato, de un solo tajo, borrarla totalmente de la Unión Soviética y de tal manera que no renaciera nunca más y fue así que en 1991 Mijaíl Gorbachov fue víctima de un golpe de estado.

Pero entonces ocurrió un verdadero milagro, la población, sin portar armas de ningún tipo, salió a las calles a enfrentar a los tanques que se desplazaban por Moscú y es que, a pesar del descontento por el desabastecimiento, la población había probado de aquello que hasta hacía menos de cinco años les era totalmente prohibido y debido a ello que después tuvo lugar un milagro aún mayor, los militares desobedecieron las órdenes y no dispararon sobre la población desarmada.

El golpe de estado fue derrotado por la población y las fuerzas vivas del Ejército Rojo, que también apoyaba la reforma que Gorbachov impulsaba. Pero todo ocurrió aprovechando que Gorbachov estaba fuera de Moscú.

Boris Yeltsin en realidad no encabezó la resistencia al golpe, la cual fue un movimiento espontáneo sin una dirección política visible, lo único que Yeltsin hizo fue asomarse por la ventana de su oficina, en otras palabras, estuvo en el lugar correcto a la hora correcta. Lo demás es historia y no merece mayor atención.

Paradójicamente, el mayor éxito de Gorbachov fue ver como la Unión Soviética se desmoronaba en manos de los carreristas que escalaron durante la Perestroika, él pudo ser otro Stalin, pudo haber aplastado con mano de hierro a todos los que abiertamente confabularon en su contra, pero no lo hizo, Gorbachov fue consecuente con sus ideas y su reforma.

En la Rusia contemporánea Gorbachov no goza de mucha popularidad. Sucede que a él le echan la culpa del desmembramiento de la URSS, la cual en realidad tuvo lugar cuando Yeltsin, siendo gobernador de Rusia, declaró la independencia de Rusia de la Unión Soviética. Sin embargo, los medios se encargaron de culpar a Gorbachov.

Algún día los historiadores de Rusia se encargarán de darle el lugar que le corresponde a… Mijaíl “el Grande”.

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