viernes, 19 de septiembre de 2025

El Chacuatol: La Mezcla Evolutiva del Homo sapiens y la Selección Natural

V.- La Mezcla Evolutiva del Homo sapiens y la Selección Natural

Definimos como Mezcla Evolutiva a todos los factores de la Selección Natural que inciden en las decisiones de apareamiento de los individuos y, con ello, en la capacidad de adaptación de la especie a los cambios en el ecosistema y su cadena alimenticia.

En este capítulo razonamos sobre como la Mezcla Evolutiva fue afectando a nuestros predecesores hasta convertirnos en lo que en la actualidad somos, el Homo sapiens. 


La componentes de la Mezcla Evolutiva del Homo sapiens

En el caso del Homo sapiens, de manera arbitraria hemos establecido que su Mezcla Evolutiva está compuesta por cinco factores: el Fisiológico, el Mecánico, el Cognoscitivo, la Aptitud y la Sociabilidad.

Estos a su vez está constituido por una mezcla de criterios.
  • Fisiológico: Fertilidad, Alimentación, Inmunidad, Longevidad.
  • Mecánico: Fortaleza, Agilidad, Velocidad, Apariencia.
  • Cognoscitivo: Cultivarse, Memorizar, Interpretar, Abstraerse, Comunicar.
  • Aptitud: Manufactura, Agropecuaria, Organizacionales.
  • Sociabilidad: Propiedad, Colaborar, Discrepar, Afecto
Para poder visualizar de alguna manera a la Mezcla Evolutiva, basados en el sentido común le  dado a cada criterio un valor. En todo caso, lo importante no son las cifras, sino el concepto.


El Procónsul

Para este Primate los criterios de selección natural son los más básicos: Lo fisiológico y lo mecánico. 


Vivía confinado en una delimitada región geográfica y, en consecuencia, cualquier cambio en el ecosistema suponía una seria amenaza para la especie.

Es por eso que debía ser sumamente fértil y prolífero porque entre más rápido se reprodujera, más rápido tendrían lugar las mutaciones que le permitirían a la especie adaptarse.

Está totalmente adaptado a una dieta frugívora y a la vida arbórea, su vida transcurre sin mayores altibajos. Los seres con malformaciones genéticas no nacen o no sobreviven más allá del parto.

El Ramapithecus

Al igual que su predecesor, vivía confinado en una delimitada región geográfica y, como ya sabemos, cualquier cambio en el ecosistema supone una seria amenaza para la especie. Tenía que ser fértil y prolífero para poder, no sólo apropiarse de las mutaciones exitosas, sino que además transmitirlas lo más rápido posible.


Su apariencia adquiere valor porque debe reflejar mayor fortaleza y un buen estado de salud.

Sus hábitos alimenticios están cambiando, ya no es frugívoro, ahora también consume algo de carne. Esto lo expone a contratiempos nutricionales y a enfermedades que antes no padecía, superar esos contratiempos y adquirir inmunidad requiere de tiempo, es por eso que ahora su expectativa de vida debe ser mayor.

Aún no es totalmente bípedo, pero su vida ya no es totalmente arbórea. Su memoria tiene que desarrollarse porque tiene que aprender a consumir carne sin enfermarse, tiene que enseñar y, para enseñar, debe mejorar su comunicación.

El consumo de carne es en sí una innovación que debe perfeccionarse. Ahora debe compartir su alimento, la acción de compartir lleva intrínseco el concepto de propiedad. 

Pero el concepto de propiedad trae consigo la desigualdad y con ella las discrepancias. Debe aprender a colaborar, a vivir en grupo, en manada, lo cual fomenta en surgimiento de relaciones afectivas con el propósito de cohesionar la manada.

Los seres con malformaciones genéticas no nacen o no sobreviven más allá del parto.

El Ardipithecus

Aún sigue viviendo en un área geográfica relativamente pequeña. Tiene que seguir siendo sumamente fértil y prolífero.


Su apariencia sigue teniendo suma importancia porque debe reflejar fertilidad y fortaleza.

Consume más carne, pero no deja de consumir vegetales, está aprendiendo a comer cualquier cosa. Esta es una adaptación estratégica que lo prepara para sobrevivir cualquier tipo de escasez de alimentos.

Se afianza el sentido de propiedad, lo que lo obliga a aumentar sus capacidades cognoscitivas. Deben aprender y enseñar más rápido aún y para ello de alguna manera deben comunicarse cada vez mejor.

Ya son conscientes de que no todos son iguales y algunos de ellos empiezan asumir roles de liderazgo para poder organizar mejor el consumo de la carne. Esta toma de consciencia de su individualidad hace que los lazos de afecto adquieran aún más valor. 

Los seres con malformaciones genéticas no nacen o no sobreviven más allá del parto.

El Australopithecus

Aún sigue viviendo en un área geográfica relativamente pequeña. Tiene que seguir siendo sumamente fértil y prolífero.


Es más pesado, menos ágil y más lento, eso lo obliga a utilizar artefactos con el propósito de hacer más eficiente su alimentación, para defenderse de otros depredadores y para resolver disputas internas. 

Consume más carne, pero no deja de comer vegetales, ya es omnívoro. Todas estas adaptaciones han provocado que, para la selección natural, el factor cognoscitivo pese más que el fisiológico y eso de alguna manera debe reflejarse en su apariencia.

Hace uso de artefactos para mejorar su calidad de vida y son el primer rudimento de la manufactura. Aunque aún está lejos de ello, estos artefactos empiezan a sentar las bases de las actividades agropecuarias.

Ya coordina sus actividades, la manada se está empezando a organizar. Los seres con malformaciones genéticas no nacen o no sobreviven más allá del parto.

El Homo habilis

La población ahora es sustancialmente mayor y también su dispersión por el continente africano, por lo tanto, las probabilidades de que la especie sucumba se han reducido.

El factor fisiológico cede algo de espacio dentro de la mezcla de la selección natural. Aumenta el período de gestación y el período de lactancia, ahora a las crías les toma más tiempo alcanzar la edad adulta porque el proceso de maduración se hizo más lento. Necesitan tiempo para aprender y así aportar alimentos a la manada.


El factor mecánico también cede algo de espacio en la selección natural y es que han aumentado de tamaño, son más pesados, menos ágiles y menos rápidos, pero han aprendido a fabricar herramientas, lo cual compensa las cualidades perdidas.

El factor cognoscitivo adquiere mayor importancia en la selección natural porque es la inteligencia la que ha sustituido a las habilidades físicas, debe recordar más cosas, empieza a tomar decisiones basado en sus experiencias, mejora su comunicación, pero aún no puede hablar.

Es posible que, desde el punto de vista organizacional, hayan conformado tribus, con todas las implicaciones emocionales y afectivas relacionadas.

Las herramientas también son armas. Por otro lado, si no lo eran, se convierten en seres territoriales porque el sentido de propiedad ahora no sólo abarca los alimentos, sino que además el territorio en donde obtienen sus alimentos.

Los seres con malformaciones genéticas podrían nacer, pero sólo podrían sobrevivir unos cuantos días.

El Homo erectus

La balanza de la selección natural empieza a inclinarse más hacia las habilidades que a lo físico.


Su población no sólo ha aumentado, sino que ya está presente en al menos dos continentes, desde el punto de vista fisiológico la especie está fuera de riesgo y su aporte en la selección natural se reduce sustancialmente.

Las habilidades cognoscitivas han hecho a un lado los requerimientos físicos como parte de la selección natural, ahora es más importante dominar una herramienta y controlar al fuego que ser fuerte, ágil o veloz. La apariencia sigue siendo importante porque deben identificar las manos hábiles y capaces.

Cocinar la carne los hizo dar un salto organizacional enorme. Ahora forman campamentos, los hombres adultos se dedican a la cacería, las mujeres a cuidar de los niños, a cocinar, a cuidar de los enfermos, los que logran llegar a viejos se dedican a cuidar el campamento y a enseñar a los niños. Es una sociedad de cazadores, cocineras, enfermeras, niños (aprendices) y viejos (instructores). A pesar de los avances organizacionales, no hay evidencia arqueológica de que en esta etapa haya surgido algún tipo de estructura jerárquica, en todo caso, apenas empezaba a gestarse.

El dominio del fuego los hizo relativamente independientes del medio, ahora podían calentarse en caso de heladas, ahora podían transformar el ecosistema.

No se han encontrado huesos que lo evidencie, pero debido a que la reproducción ha perdido peso en la mezcla de la selección natural, es posible que empiecen a nacer niños con mal formaciones genéticas, estos niños entretienen a las madres por un tiempo, lo cual posterga a una nueva gestación. Estas malformaciones tienen lugar aleatoriamente, simplemente es una de las formas en que la selección natural funciona. A pesar de ello, por ser nómadas, estos niños con malformaciones genéticas no sobreviven mucho tiempo.

El Homo neanderthalensis

Pobló el Asia Menor y Europa, le tocó vivir una edad geológica muy exigente y se adaptó totalmente a ella. Posiblemente, una de las causas de su desaparición sea casualmente eso.


Es posible que haya dejado de ser omnívoro, no porque no tuvieran el potencial biológico, sino porque en la edad de hielo no hay mucha oferta de frutas y el consumo de carne se convirtió en lo más habitual para él. El consumo de carne se volvió algo cultural.

Al finalizar la edad del hielo los animales grandes se extinguieron, ya no era necesario que acumularan mucha grasa, tampoco era necesario que fueran lanudos. Los pastizales les cedieron el paso a los bosques y con ello la cadena alimenticia se rompió, los sobrevivientes eran animales más pequeños, más ágiles y más veloces. El Homo neanderthalensis prácticamente todavía cazaba a golpe de piedra y estos animales sólo podían ser cazados a una distancia media, el Neanderthal era demasiado pesado y demasiado lento para estos animales.

Al no poderse reproducir tan rápido, no tuvieron el tiempo suficiente para adaptarse y la población fue disminuyendo paulatinamente. Es sabido que en el código genético del Homo sapiens hay restos del neanderthalensis, por lo tanto, es muy probable que, cuando la población se redujo y que sólo quedaran algunos individuos dispersos, estos hayan sido adoptados por el Homo sapiens. En todo caso no se extinguió en su totalidad porque hay algo de ellos en nosotros.

Conocía el lenguaje oral, es decir que tenía la capacidad de contar historias, la capacidad de abstraerse, también tenía la habilidad guardar físicamente sus memorias a través de pinturas rupestres.

Contar historias es una actividad familiar, es decir que, además de organizar tribus y clanes, ya existía la familia. La familia tiene un impacto muy grande en el sentido de la propiedad porque con la familia nace el sentido de la herencia, las propiedades se transmiten de generación en generación.

La apariencia física era muy importante y por eso ya usaban adornos corporales, los cuales tenían la función de transmitir cierto tipo de información, información que debió reflejar de alguna manera la mezcla de los criterios de la selección natural propia de ellos.

El Homo sapiens

Desde el punto de vista cognoscitivo, aptitud y sociabilidad, no es muy diferente del Neandertal, pero, por ocupar las regiones más cálidas del planeta, era más liviano, más ágil y logró abandonar a tiempo la caza a golpe de piedra porque sus armas le permiten cazar a media distancia.


Por otro lado, por vivir en regiones cálidas, no abandonó sus hábitos omnívoros, continuó comiendo cualquier cosa.

Las malformaciones genéticas adquieren un carácter hereditario recesivo. El objeto de estas malformaciones es el mismo, extender el período entre una gestación y otra porque una madre le va a dedicar cierta cantidad de tiempo a un niño que no va a sobrevivir. Esto es necesario porque, a pesar de su lento ciclo reproductivo, la población crece más rápido de lo que el ecosistema puede abastecer.

El Homo sapiens del Neolítico

El hombre del neolítico biológicamente es un Homo sapiens, después de veinticinco millones de años nuestro primate está totalmente adaptado y preparado para sobrevivir, como especie, a desastres naturales. No necesita mayores adaptaciones fisiológicas, así como tampoco necesita mayores adaptaciones mecánicas. Está en lo que está.


Pero la evolución no se detiene, la especie tiene que avanzar, prepararse para lo peor y lo peor es un cataclismo cósmico. Para aumentar las probabilidades de sobrevivir un cataclismo cósmico, la población debe aumentar y debe dispersarse hasta poblar cada kilómetro cuadrado, hasta poblar el último rincón del planeta.

Ahora bien, el ecosistema no da para tanto Homo sapiens. La única salida es producir nuestros alimentos de una manera más eficiente a través de la agricultura y la ganadería. Ahora su ecosistema se ha vuelto artificial.

La tierra adquiere un enorme valor, vale más que cualquier arma de cacería, el que tiene con que producir carne y vegetales tiene garantizado que su descendencia inmediata no se va a morir de hambre. Pero poseer no es suficiente, hay que saber hacer cosas con las posesiones porque, una posesión que no produce no tiene valor alguno.

Es por eso que los criterios relacionados con la aptitud y la sociabilidad adquirieron más importancia en la selección natural. No es que el factor cognoscitivo haya perdido valor, lo que ocurre es que ahora para la selección natural es menos importante que la aptitud y sociabilidad.

El Hombre contemporáneo

Durante doce mil años los criterios relacionados con la aptitud y la sociabilidad se fortalecieron. En la actualidad lo fisiológico prácticamente no influye en la selección natural porque biológicamente el Homo sapiens se encuentra en una situación estable, no necesita adaptarse al frío, no necesita adaptarse al calor, no necesita adaptarse a ningún tipo de alimento.



La expectativa de vida es mayor que la vida reproductiva. Diríamos que biológicamente el Homo sapiens está en piloto automático.

Ahora para la selección natural lo más importante es la calidad de vida de los individuos y la calidad de vida depende de la distribución de la riqueza. Es por eso que ahora al momento de seleccionar pareja requiere de información relacionada con la aptitud y sociabilidad.

Es por eso que en la mezcla de los criterios de los factores de la selección natural las capacidades organizacionales adquirieron el mayor puntaje. Sucede que estas capacidades están relacionadas con el Liderazgo. Entre más hábil sea el individuo como organizador, mayores probabilidades tendrá de adquirir propiedades, mayores probabilidades de hacer productivas estas propiedades.

Lo paradójico de todo esto es que las capacidades organizacionales son el resultado de nuestro potencial cognoscitivo, pero dicho potencial al final no es tan determinante y eso se refleja en la apariencia. El Homo sapiens promedio se esfuerza más por aparentar que posee un buen nivel de calidad de vida más que inteligencia o fuerza.

Síntesis de la Mezcla Evolutiva del Homo sapiens

Definimos como mezcla genérica de la selección natural aquellos factores que compartimos con los demás miembros de la orden de los primates, y como mezcla particular solamente aquellos que son exclusivos del género Homo.

Podemos observar que a lo largo del tiempo el factor fisiológico pierde importancia conforme las probabilidades de extinción disminuyen. Esto ocurre debido al aumento de la población y al incremento del área geográfica en donde la especie está presente. 



En lo particular, es notorio que en determinado momento el factor cognoscitivo se estanca, no así la aptitud y sociabilidad. Finalmente, la sociabilidad siempre ha sido más valorada que la aptitud, después de todo "en la unión está la fuerza", pero no sólo eso, por ser el Homo sapiens un ser social, el bienestar de los individuos o su éxito material, depende más de sus relaciones con otros individuos que de sus aptitudes personales propiamente dicho.


Al agrupar lo genérico y lo particular podemos observar que lo genérico se ha mantenido relativamente constante, en cambio, lo particular ha ido en un frenético ascenso. Esto es así porque el Homo sapiens biológicamente está evolucionando con lentitud, ya que su cadena alimenticia, para efectos prácticos, no varía,  no así en su evolución tecnológica y evolución social, las cuales aparentemente están lejos de estancarse.



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